Si algo ha dejado claro Meghan Markle a su paso hacia el altar es que en su ducado no habrá lugar para comparaciones o rivalidades. La elección de su vestido, complementos y hasta el momento en que se daría el beso oficial con Harry han distado mucho de parecerse a los de la duquesa de Cambridge y es así como con sutiles gestos ha reafirmado que no es Kate Middleton, tiene una personalidad y agenda propias. Es por eso que revisamos las diferencias y el mensaje entre los looks Meghan y Kate en el día en que se convirtieron en princesas.
La casa
Es tradición que las novias reales enaltezcan la moda nacional con su elección. Kate, apostó por Alexander McQueen bajo la dirección de Sarah Burton. Meghan por su parte, eligió una casa francesa, Givenchy, lo cual aunque podría parecer desconcertante, hace sentido al saber que se encuentra al mando de la inglesa Clare Waight Keller. Dato curioso: Tanto Sarah Burton como Clare Waight Keller llevaban menos de un año al frente de sus respectivas casas de moda al ser elegidas por las duquesas para confeccionar su vestido de novia. Clare Waight Keller, directora creativa de Givenchy
Minimalismo vs. Romanticismo
Para su boda con el príncipe William en 2011, Kate Middleton, llevó un vestido de encaje en cuello V con mangas largas en transparencia y una larga cauda. Su vestido es la máxima expresión del estilo romántico de la duquesa de Cambridge. En él podemos encontrar referencias al popular vestido de novia de Grace Kelly que sigue marcando tendencia, aunque el de Kate ya es lo suficientemente icónico por sí mismo (tanto que hasta H&M ha lanzado su propia versión low cost ). No es de extrañar que el look elegido por Kate haya sido un derroche de ensueño, se trataba de la primer princesa plebeya del Reino Unido y debía encarnar toda la fantasía y aspiración que su enlace representaba. Getty Images Por su parte, Meghan Markle optó por un vestido en el que el minimalismo fue la norma. Con escote barco, manga larga y una falda con proporciones discretas, el mensaje fue claro: ella no está aquí por la opulencia. Completó el look con un velo bordado en las orillas con el que rendía homenaje a los 53 países del Commonwelth. Queda esperar por ver el impacto del Markle effect y saber cómo cambiará el rumbo de la moda nupcial.
Foto: Getty Kate llevó la tiara Halo Scroll de Cartier de la reina Isabel II. Con casi 1,000 diamantes, esta tiara fue un regalo por su cumpleaños 18 de parte de su mamá y fue comprada originalmente por el rey George VI como regalo de aniversario para su esposa en 1936. Por su parte, Meghan eligió la tiara de filigranas perteneciente a la reina María, abuela de la reina Isabel II. Esta tiara se ha visto raras veces en actos públicos.
Fotos: Getty Images Muy respetuosos del protocolo, Kate Middleton y el príncipe William esperaron hasta su llegada al palacio de Buckingham para compartir con el mundo su primer beso como marido y mujer. La imagen del beso en el balcón ha trascendido como un momento icónico e histórico.
Foto: Getty Meghan y Harry han mostrado que , y fue así como no pudieron esperar más y ta pronto salieron de la capilla de St. George compartieron con el mundo su primer beso. Un mensaje más que ha quedado claro: las normas están para romperse.
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